EL ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN 2022 REVELA ESCASOS AVANCES CONTRA LA CORRUPCIÓN EN UN MUNDO CADA VEZ MÁS VIOLENTO
Madrid, 31 de enero 2023.– El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2022, publicado hoy por Transparency International, muestra que España no avanza en sus esfuerzos de prevención y lucha contra la corrupción, bajando de nuevo un punto con respecto al año pasado y obteniendo una puntuación de 60/1001 .
Con esta calificación, España ocupa la posición 35/180 del ranking global del IPC, junto con Botswana, Cabo Verde y San Vicente y las Granadinas. Desciende así un puesto con respecto al IPC2021 y de tres con respecto al IPC2020. Por otro lado, España se mantiene en el puesto número 14/27 de los Estados Miembros de la Unión Europea, dos puntos por debajo de Portugal y Lituania (62/100) y sólo un punto por encima de Letonia (59/100).
De acuerdo con la metodología del IPC, una diferencia de un punto de un año a otro no constituye un descenso estadísticamente significativo. Sin embargo, una caída por segundo año consecutivo, es una clara señal de riesgo y peligro de seguir descendiendo en el año siguiente. Ello refleja que en España sigue latente un nivel de factores que incide en el buen funcionamiento de las instituciones democráticas y elevan el riesgo de corrupción. En relación con las distintas fuentes utilizadas España se ha visto principalmente afectada por su descenso en los parámetros medidos en el Global Risks Report 2022 del Foro Económico Mundial (WEFGRR), según el cual España ha obtenido una peor puntuación el la dimensión referida a la categoría de pagos irregulares en servicios públicos, exportaciones e importaciones y decisiones judiciales en casos de corrupción.
En su conjunto, sin embargo, hay otras causas señaladas en diversas fuentes que no se pueden soslayar y que han afectado a la valoración de conjunto que hace el IPC. En este sentido, nuestro país sigue sin cumplir los estándares que marca el Consejo de Europa sobre los consejos generales de la judicatura2 , sigue retrasada en la regulación adecuada de los grupos de interés; incompatibilidades y prevención de conflictos de interés del personal al servicio del sector público, así como un retraso notable en relación con la adopción de un nuevo marco regulatorio de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno. Asimismo, seguimos aún sin aprobar la ley de protección de las personas que informen sobre infracciones y de lucha contra la corrupción.
Por otro lado, otros factores reseñables son el manteniendo del programa de los llamados “visados dorados” así como la falta aún de creación del Registro central de Titulares Reales. A ello hay que añadir también que varios de los compromisos asumidos por las Administraciones Públicas en el marco del IV Plan de Gobierno Abierto aún no se han cumplido. Finalmente, otro punto a destacar, es que -a pesar de lo que dispone el Código de Conducta de las Cortes Generales- más de la mitad de los parlamentarios no publican sus agendas institucionales y las que se publican contienen información absolutamente desigual, así como la inexistencia de transparencia de las reuniones que se mantienen con grupos de presión3 . Todos estos aspectos inciden de forma patente en nuestra capacidad para seguir avanzando en materia anticorrupción.
Es evidente, como ha señalado, Silvina Bacigalupo, Presidenta de Transparency InternationalEspaña, que “a pesar de que el año pasado constatábamos la existencia de una potente agenda legislativa para la prevención y lucha contra la corrupción que parecía augurar que el descenso sufrido en el IPC 2021 se podría haber recuperado de haberse materializado de forma efectiva las reformas legales anunciadas, hoy constatamos que las demoras en sacar adelante las reformas legales necesarias han pasado factura y se vuelve a descender un punto. Por eso hoy, hacemos un llamamiento al Parlamento para que no demore más en sacar adelante las leyes necesarias destinadas a la prevención de la corrupción y al refuerzo de la transparencia y la rendición de cuentas.”
ASPECTOS DESTACADOS A NIVEL MUNDIAL El IPC 2022
Con una puntuación media de 66 sobre 100, Europa Occidental y la Unión Europea (UE) vuelve a ser la región mejor valorada en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Sin embargo, también hay que señalar que el progreso y las mejoras se han estancado en la mayoría de los países durante más de una década. De los 31 países de la región, sólo seis han mejorado su puntuación, mientras que siete la han empeorado. Los países con mejor puntuación en 2022 son Dinamarca (90/100), Finlandia (87/100) y Noruega (84/100). Aunque los países nórdicos siguen situados en los primeros puestos del IPC (junto con 3 Addendum de la Cuarta Ronda del Segundo Informe de Cumplimiento sobre España del GRECO. 4 Bertelsamnn Foundation Sustainable Governance Index, Economist Intelligence Unit Country Ratings, Global Insights Country Risk Ratings, IMD World Competitiveness Yearbook, PRS International Country Risk Guide, World Economic Forum EOS and World Justice Project Rule of Law Index. 5 https://www.economicsandpeace.org/wp-content/uploads/2022/06/GPI-2022-web.pdf los mencionados, también Islandia (74/100) y Suecia (83/100) el análisis muestra que se han estancado en el índice fundamentalmente porque aún deben subsanar algunas deficiencias de sus marcos de integridad política. Los peores resultados los obtuvieron Rumanía (46/100), Bulgaria (43/100) y Hungría (42/100). Y cabe destacar que diez países han registrado la puntuación más baja de su historia, entre ellos el Reino Unido (73/100), que ha bajado cinco puntos desde el año pasado.
El cambiante panorama de seguridad que se está viviendo en Europa Occidental y la UE desde la invasión de Ucrania (33/100) por Rusia (27/100), así como la inminente recesión, exigen respuestas contundentes por parte de los gobiernos. Mientras la región se enfrenta a la agudización de la crisis del coste de vida y al aumento del riesgo de disturbios civiles, los ciudadanos buscan integridad y eficacia en las instituciones. Sin embargo, el interés público se ha visto comprometido, ya fuera por poderosas industrias o por agentes extranjeros, y la Unión Europea ha sufrido un duro golpe tras el escándalo de corrupción sin precedentes ocasionado por el denominado Qatargate. Por ello, reiteramos la urgencia de adoptar medidas anticorrupción realmente sólidas y sistemáticas en la región.
CORRUPCIÓN, CONFLICTO Y SEGURIDAD
El Índice de Percepción de la Corrupción de este año revela que 124 países tienen niveles de corrupción estancados, mientras que aumenta el número de países en declive. La pandemia COVID-19, la crisis climática y las crecientes amenazas a la seguridad en todo el mundo están alimentando una nueva ola de incertidumbre. Este año, por ejemplo, el Índice de Paz Global6 muestra que el mundo continúa siendo un lugar menos pacífico. En un mundo ya de por sí inestable, los países que no adoptan medidas eficaces contra la corrupción agravan estos efectos, lo que implica gravísimas consecuencias, ya que la corrupción y el conflicto se alimentan mutuamente y amenazan la paz duradera. No es de extrañar, por tanto, que la mayoría de los países que ocupan los últimos puestos del IPC sufren actualmente conflictos armados o los han sufrido recientemente.
La invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022 fue un crudo recordatorio de lo que esta amenaza constituye para la paz y seguridad mundiales; la combinación de corrupción, autoritarismo, ataques al espacio cívico y recesión económica ha resultado especialmente fuerte y volátil en Brasil (38/100) y tras décadas de conflicto, Sudán del Sur (13/100) tiene a más de la mitad de su población enfrentada a una grave inseguridad alimentaria, agravada por el altísimo nivel de corrupción e inseguridad en el país. Finalmente, las denuncias de corrupción contribuyeron a desencadenar una guerra civil en Yemen (16/100) hace ocho años, dejando a dos tercios de la población sin alimentos suficientes y creando así una de las peores crisis humanitarias del mundo.
Por su parte, incluso en países con medidas relativamente firmes contra la corrupción, el debilitamiento de los órganos de supervisión crea oportunidades para delitos como el soborno y la malversación de fondos y sigue siendo un factor preocupante que el sector de la seguridad y la defensa sea un sector enormemente opaco. Según el Índice de la Defensa Gubernamental 20207 , solo nueve países de los 85 evaluados tienen un riesgo bajo o muy bajo de corrupción.
Un dato especialmente preocupante, ya que muchos gobiernos se preparan para aumentar su gasto militar en respuesta a las amenazas emergentes y a la guerra en Ucrania.
En este complejo entorno, la lucha contra la corrupción, el fomento de la transparencia y el fortalecimiento de las instituciones son fundamentales para evitar nuevos conflictos y mantener la paz.
«La corrupción ha hecho de nuestro mundo un lugar más peligroso. Como los gobiernos han fracasado colectivamente a la hora de avanzar contra ella, alimentan el actual aumento de la violencia y los conflictos, y ponen en peligro a personas de todo el mundo. La única salida es que los Estados hagan el trabajo duro, erradicando la corrupción a todos los niveles para garantizar que los gobiernos trabajen para todas las personas, no sólo para unas pocas élites.»
Delia Ferreira Rubio, Presidenta de Transparency International.
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